La sangre, los tejidos, las células y los órganos se utilizan en una variedad de terapias médicas. Los tratamientos basados ​​en estas sustancias de origen humano (SoHO) salvan vidas (p. ej., transfusión de sangre en caso de traumatismo), mejoran la calidad de vida (p. ej., trasplantes de riñón) e incluso ayudan a crear vida (gametos y fecundación in vitro). A pesar de sus beneficios, el uso de SoHO presenta riesgos, en particular la transmisión de enfermedades.

La Comisión Europea ayuda a abordar estos riesgos a través de su mandato de establecer altos estándares de calidad y seguridad de SoHO, de acuerdo con el art. 168, apartado 4, letra a), del Tratado de Funcionamiento de la UE.

Con este fin, lleva a cabo una serie de actividades, incluida la redacción de leyes y el desarrollo de directrices, ayudando a las autoridades nacionales con su implementación, acompañadas de actividades de vigilancia y apoyo a proyectos. El objetivo general es proteger a los ciudadanos de la UE.